Aunque este nuevo aniversario de nuestro querido Puno inició 348 años
atrás, entre los historiadores que ahondan en su historia no existe una
convergencia de puntos de vista respecto a su fundación, pues no existe
documento alguno sobre ello.
El historiador René Calsín Anco nos narra los episodios vividos de aquel
tiempo, que sirven para entender el origen de la ciudad de Puno, y el papel
protagónico que jugó desde el Tawantinsuyo y la época colonial.
Puñuypampa
La historia de Puno inició en tiempos del Tawantinsuyo, con el surgimiento de un poblado ubicado a orillas del Titicaca: Puñuy o Puñuypampa, que en quechua quiere decir “lugar de descanso”. Puñuy fue mencionado por cronistas como Vaca de Castro, Garcí Diez de San Miguel, Francisco de Toledo, Luis Capoche, Antonio Vásquez de Espinoza y Antonio de la Calancha; mientras que Pedro Gutiérrez de Santa Clara hizo referencias con el término ‘Puño’.
La historia de Puno inició en tiempos del Tawantinsuyo, con el surgimiento de un poblado ubicado a orillas del Titicaca: Puñuy o Puñuypampa, que en quechua quiere decir “lugar de descanso”. Puñuy fue mencionado por cronistas como Vaca de Castro, Garcí Diez de San Miguel, Francisco de Toledo, Luis Capoche, Antonio Vásquez de Espinoza y Antonio de la Calancha; mientras que Pedro Gutiérrez de Santa Clara hizo referencias con el término ‘Puño’.
Puñuy surgió tras la dominación de los Incas sobre los territorios Qolla
y Lupaca, pues en tiempos de Tupac Inka Yunpanqui, Hatunqolla fue la capital
del Qollasullo; luego, con Huayna Capac, Chucuito ocupó dicha nominación, hecho
que ocasionó una modificación en el Cápaq Ñan (camino real), dando nacimiento a
Puñuy en una bifurcación del camino que conducía a zonas costeras. El último
curaca fue Cacha o Chacha (‘Señor de Puno’, como dijo Francisco Pizarro en una
cédula de encomienda).
La mayoría de los historiadores sostiene que Puñuy no pasó de ser una
aldea o tambo; sin embargo, René Calsín afirma que Francisco Pizarro, en un
documento de 1535, dijo que este pueblo tenía 500 tributarios, es decir, 500
unidades familiares; cantidad suficiente para deducir que fue un importante
pueblo que integraba Cusco, Arequipa, La Paz y Potosí.
Los hermanos Salcedo
Transcurrido un tiempo, con la llegada de los españoles a América, una expedición ordenada por el Virrey Pedro Fernández de Castro, conocido como “El Conde de Lemos”, en el siglo XVII, llegó a Puñuy y descubrieron la riqueza de la “Ciudad de Plata”, que dio origen al poblado minero de San Luis de Alba, junto a la desaparecida laguna de Layccaccota (laguna embrujada), bajo el control de los hermanos José y Gaspar Salcedo.
Transcurrido un tiempo, con la llegada de los españoles a América, una expedición ordenada por el Virrey Pedro Fernández de Castro, conocido como “El Conde de Lemos”, en el siglo XVII, llegó a Puñuy y descubrieron la riqueza de la “Ciudad de Plata”, que dio origen al poblado minero de San Luis de Alba, junto a la desaparecida laguna de Layccaccota (laguna embrujada), bajo el control de los hermanos José y Gaspar Salcedo.
Los hermanos Salcedo llegaron a acumular una creciente riqueza gracias a
la mina de plata, codicia que llegó generar problemas dentro del asiento minero
que obligó la llegada del Virrey Conde de Lemos para poner orden. Así, el
representante de la corona dispuso la creación de lo que sería la ciudad de
Puno.
Puno no fue fundada el 4 de noviembre
Actualmente no existe documento fehaciente sobre la fundación de Puno; por ello, historiadores como René Calsín y Raúl Valverde coinciden en que el 4 de noviembre no hubo fundación. Se dice que el Conde de Lemos mandó a crear la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos (más tarde llamada Puno) el 9 de septiembre de 1668, y que los primeros días de noviembre del mismo año terminó dicho traslado, con una misa de acción de gracias el 4 de noviembre.
Actualmente no existe documento fehaciente sobre la fundación de Puno; por ello, historiadores como René Calsín y Raúl Valverde coinciden en que el 4 de noviembre no hubo fundación. Se dice que el Conde de Lemos mandó a crear la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos (más tarde llamada Puno) el 9 de septiembre de 1668, y que los primeros días de noviembre del mismo año terminó dicho traslado, con una misa de acción de gracias el 4 de noviembre.
José Antonio Encinas
Por otra parte, Ana María Pino Jordán, impulsora cultural y puneñista de corazón, sostiene que además de los argumentos mencionados, un acontecimiento que refuerza la declaratoria del 4 de noviembre como aniversario de la ciudad de Puno, es el trabajo monográfico del gran José Antonio Encinas, que en 1918, bajo el seudónimo de “Wiracocha”, ganó el Concurso Municipal sobre la fundación. En 1924 se publicó una edición impresa de dicha investigación, a la que hasta hoy podemos acudir.
Por otra parte, Ana María Pino Jordán, impulsora cultural y puneñista de corazón, sostiene que además de los argumentos mencionados, un acontecimiento que refuerza la declaratoria del 4 de noviembre como aniversario de la ciudad de Puno, es el trabajo monográfico del gran José Antonio Encinas, que en 1918, bajo el seudónimo de “Wiracocha”, ganó el Concurso Municipal sobre la fundación. En 1924 se publicó una edición impresa de dicha investigación, a la que hasta hoy podemos acudir.
Lo que le falta al puneño para progresar
René Calsín sostiene que la importancia de conocer nuestra historia radica en que podemos aprovechar la experiencia vivida para fortalecer nuestro presente y futuro. “Los puneños, para progresar, debemos dejar de lado el pensamiento chauvinista (preferencia excesiva por lo local e infravaloración de lo extranjero) y abrirnos a visiones amplias que pueden enriquecernos como sociedad. También debemos unirnos, y ayudarnos entre nosotros, en lugar de buscar diferencias”, puntualizó.
René Calsín sostiene que la importancia de conocer nuestra historia radica en que podemos aprovechar la experiencia vivida para fortalecer nuestro presente y futuro. “Los puneños, para progresar, debemos dejar de lado el pensamiento chauvinista (preferencia excesiva por lo local e infravaloración de lo extranjero) y abrirnos a visiones amplias que pueden enriquecernos como sociedad. También debemos unirnos, y ayudarnos entre nosotros, en lugar de buscar diferencias”, puntualizó.
Fuente:Diario los Andes Puno
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