Foto: Andina
Las cosas que se celebró el presidente Alan García, en sus últimos días de permanencia en la “Casa de Pizarro”, no solamente han sido aplaudidas sino también han sido objeto de múltiples reproches.
Primero fue la construcción de la efigie del “Cristo del Pacífico” y, después, lo de ayer, la evocación del centenario de Machu Picchu. Sobre este último caso, las críticas fueron muy duras frente a las alucinaciones del saliente jefe de Estado.
Obviamente, las intenciones de García son buenas, pero más allá de sus ambiciones estrictamente alegóricas, no se pueden considerar como extraordinarias ideas, tal como lo señala el historiador Antonio Zapata, cuando se refiere a la promoción no solamente de Machu Picchu, sino de otras joyas arquitectónicas que tienen la misma importancia.
Sin embargo, para Alan García, la celebración del centenario de Machu Picchu es un hecho inédito y con toda la elocuencia que lo caracteriza, dijo ayer que la ciudadela inca “es la síntesis de la peruanidad y todos los peruanos debemos estar orgullosos de ello”. De hecho, no deja tener la razón; pero el problema radica en querer distorsionar la verdadera historia, al considerar que Hiram Bingham lo descubrió hace 100 años.
La ex primera dama de la nación y actual profesora de la Universidad de Salamanca, Eliane Karp, en su artículo publicado en el diario la República, aclara que Machu Picchu no fue descubierto por Hiram Bingham hace 100 años. Además, indica que la hipótesis más aceptada por los arqueólogos es que la ciudadela inca, cuyo nombre original probablemente sea Pata Llaqta, haya sido edificada aproximadamente después del año 1430.
Remontándose a la historia, Eliane Karp señala que su edificación fue encargada por el Inca Pachacuteq luego de ser nominado como Inca, tras su victoria contra los Chankas. La construcción de la ciudadela tomó su tiempo y eso se refleja en su arquitectura y edificación. Tras la muerte de Pachacutec, se convirtió en mausoleo.
Asimismo, la ex primera dama considera a Hiram Bingham como un viajero de espíritu aventurero y no como un científico, como hoy en día lo catalogan. También aclara que el supuesto científico recorrió el país en 1909 buscando El Dorado, y no específicamente Machu Picchu.
De igual forma, señala que Hiram Bingham llegó primero a Choquekirao y que, recién en 1911, es conducido hasta Machu Picchu, por científicos peruanos y campesinos que conocían perfectamente la zona. Por tanto, Bingham no descubrió la ciudadela; al contrario, utilizó ésta para obtener beneficios económicos de la National Geografic, aprovechando la exploración de la joya arquitectónica.
Con similares argumentos, el historiador Antonio Zapata señala que lo que se celebró ayer fue el viaje de un investigador norteamericano que no fue el primero en nada, y por ninguna razón le corresponde el título de descubridor científico. “Él se inventó una historia, no hizo un estudio serio”, puntualizó.
Asimismo, sostiene que fue una leyenda que se inventó. “Todo era muy misterioso. En su segundo libro sostiene que no es el último refugio de los Incas, sino el origen mítico de los Incas”, precisó Zapata. En ese sentido, reprochó la actitud de García, indicando que en lugar de las celebraciones al Machu Picchu, pudo promover los 100 años de José María Arguedas.
Cabe añadir que la estancia de García en la ciudadela de Machu Picchu es reiterativa. “Es una hermosa coincidencia que yo esté a punto de salir del gobierno y estar aquí en Machu Picchu celebrando el centenario. Es una coincidencia también que en el primer mandato, estuve días antes en Machu Picchu”, dijo.
Estas declaraciones del mandatario peruano evidencian la intención de García Pérez de despedirse de su gobierno en la ciudadela inca. Como se sabe, días atrás, el presidente se mofó de la cultura andina, al señalar que creer en los "Apus" es una idea primitiva, y ahora, dice que Machu Picchu es la “síntesis de la peruanidad”.
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